De predicciones

No creo en los horóscopos.Hace ya muchos años .Desde qué me vaticinó mucha suerte en los juegos de azar.Aposté mi capital.No me quedó ni para hacer una llamada para descargarme con el qué escribía la columna de Astrología.Si, escribía, se ve qué alguien lo pudo contactar.Finiti.

Pero en estos días de fiestas , fines y comienzos, además de los festejos por todas partes, se ponen en auge las predicciones. Y parece ser qué estas, te localizan,conocen tú dirección de correo.A punto de apretar eliminar..me entró el gusanito de la curiosidad y lo abrí.

Personalidad del Capricornio

Para estos arribistas sociales, el esnobismo es una virtud.Mentirosos y egoístas como nadie, son capaces de todo para progresar sin qué les arredre llegar al crimen, ni siquiera al genocidio.Aunque se suele admitir qué Jesús fué Capricornio, los astrólogos convienen en admitir qué la naturaleza divina de su nacimiento lo excluye de cualquiera de los cálculos habituales.

A una edad temprana el niño capricornio, expresa un crítica serena con respecto a sus padres, generalmente en el sentido de qué desearía que fueran más ricos, más inteligentes, más guapos.Esta precoz demostración de snobismo se fortalece luego con la edad.Cuando el niño llega a una edad donde ya es capaz de robar monederos o poner azúcar en el tanque de gasolina ya se convierte en un Capricornio de verdad.

Como madre, la mujer capricornio, es una catástrofe de la misma magnitud qué el hombre capricornio como padre.La "madre" capricornio empieza por robarle las muñecas a su hija, hasta bailar voluptuosamente en la fiesta de quince de su progenitora y luego sopla todas las velas de la torta.

Los capricornios son pésimos conductores.Si usted conduce es posible qué lo último que vea en esta vida sea un capricornio qué se le viene encima como caído del cielo, con la ametralladora del Equipo A en una mano y una espada de la guerra de las galaxias en la otra.

Si alguna vez se siente al borde del abismo, no espere un amigo capricornio a su lado, sino detrás.

Entre otras hermosas cosas, esto decía.

Empiezen a correr. Si..soy Capricornio.

De idas (sin vueltas)

Tengo una sobrina de 18 años.Es la manera familiar de decir qué tengo un gran problema.

Su madre la tuvo muy joven, así qué apenas se largó a caminar, y a armar oraciones de más de tres palabras (ej: "Aquí mando yo"), intercambiaron roles.

También han intercambiado todo tipo de formas de relacionarse.Casi todas terminan con un portazo seco.Yo las observo a distancia..cada vez a más, por el tamaño in crescendo de las cosas que vuelan.La niña, más niña, tiene una hermosa puntería.

Ha perfeccionado su particular visión de posibles soluciones para determinadas respuestas.Cuando tenía algo así como 4 años para 15, estabámos en una placita, en donde habían mas niños.Dos de ellos ,habían llevado al sol un tierno cuis.La niña me mira, y me pregunta si podía ir a decirles si podía acariciarlo.Le respondí que fuera, les preguntara, y si le decían qué no, volviera.Me miró, de una manera tan suya,fijamente,con cambio de expresión pasando en un segundo de fugaz a fulminante, y en perfecto español seco, emitió :"No, si me dicen qué no, les digo qué tengo un gato qué come cuis".A partir de ahí la empezé a respetar.Y vigilar.

El último intercambio sucedió hace algo más de un mes.

La niña, después de no abandonar su falta de diplomacia, hizo abandono de hogar.La madre, después de un día, de inexplicable felicidad por tanta tranquilidad, empezó a pensar en los : Y si le pasa algo..Y si no come..Y si anda desabrigada..Y si no vuelve..Todos estos -Y si -me los comunicaba a cada rato por teléfono.La trataba de calmar y a la vez le aconsejaba que reviera como podía de una vez por todas terminar con ese tipo de relacionamiento tan poco constructivo.

La niña la llamó hace pocos días.Y le marcó los límites :-Mamá, aquí lo que yo tengo qué entender es qué sos mi madre. Y vos entendé que soy tu hija.Podemos hablar desde ese rol , sin ponernos a la defensiva?.

Hablaron..sin ningún objeto sin poderes aerodinámicos volando sobre ellas.

Los chicos crecen.

Las tías estamos para malcriarlos aún crecidos.Aunque el jeans qué se me llevó en esa estadía debe regresarlo.

Con los aros puede quedarse.